viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Por qué JUSTIFICAR lo INJUSTIFICABLE?


Si bien no es “políticamente correcto” manifestarlo en forma pública, ¿cuántas veces escuchamos de líderes responsables de comunidades, argumentos de índole social que justifican un accionar “laxo” en materia de controles frente a conductas riesgosas en la movilidad cotidiana por la vía pública?.


Ejemplos sobran:

- Falta de control del estado de seguridad de los vehículos automotores que circulan (en algunos casos extremos), PORQUE el vehículo es la “fuente de trabajo” de esas personas.

- Falta de control del uso de elementos de seguridad y forma de uso de vehículos. El “uso de casco” en ciclomotores o la cantidad de pasajeros (toda una familia a veces), PORQUE se “cayó” el transporte público en la comunidad y es la forma económica con la que pueden satisfacer su necesidad de movilidad.

- Idem respecto al uso del cinturón de seguridad en los asientos traseros de los vehículos con varios años de uso.

- Idem respecto a viajar pasajeros en las cajas abiertas (o cerradas destinadas a carga) de pick-up, camionetas, etc.

En realidad, lo que está “oculto” detrás de esos “argumentos de justificación” es la falta de “cultura vial” de muchos dirigentes que, “disfrazan” de esa manera su incapacidad o negligencia para RESOLVER las “causas” de los PORQUE.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, sospecho en esos dirigentes, la NO intencionalidad de sus errores, sino la “falta de CONCIENCIA del RIESGO” que enfrenta su comunidad.

Y esa “falta de CONCIENCIA del RIESGO” nos deja “expuestos” a una “enfermedad social” que afecta anualmente a la humanidad con una cantidad de víctimas (entre muertos, heridos y familias de historias “tronchadas”) que no ha alcanzado ninguna otra causa no natural de afectación del hombre (ni siquiera las guerras).

Para ellos (y para todos nosotros, los “dirigidos” tan inconcientes como expuestos al riesgo) va este video, que nos acercara un amigo, cuando desarrollaban tareas de relevamiento vial en una nación latinoamericana.

Los protagonistas NO son artistas, lamentablemente…y es un ejemplo de lo que resulta de considerar el riesgo evidente por sobre el “riesgo oculto”.

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